viernes, 25 de marzo de 2011

Permiteme hoy llorar tu ausencia
y sufrir con cada parte de mi ser, tu indiferencia.

Déjame ver como el dolor interminable
lentamente resquebraja mi corazón.
Hoy quiero sentir la herida hasta lo mas hondo
y que tu daga, no solo despedace mi alma,
sino también todo el amor que siento
Y así, tal vez, con el también muera esta agonía.

Te pido, mi amado secreto, que me salves de alguna forma
por amor o por compasión, que termines hoy con mi sufrimiento.
Hazlo con una mirada transparente y una sonrisa sincera,
un abrazo fuerte, prolongado; o con un beso largo y profundo,

Mas si no está en tu alma corresponderme,
te suplico, vida mía, que dispares inclemente
que me mates, que te lleves todo destello de tu luz
esa que ha sido brillo en mis ojos día tras día
pero que hoy, veo con tristeza y nostalgia, como se opaca...

Dejo en tus manos, príncipe de mis cuentos de hadas
la decisión de avivarla con fuego
o hacerla extinguir con tus mas gélidas palabras
Tan solo ruego que no me dejes en el letargo,
que hace que mi aliento se escape de mi boca lenta y tortuosamente,
Quiero salir del coma que provocas en mi, tan vertiginoso y lleno de dolor
Y vivir tu amor intensamente y bajo bendición de Dios,
O morir de un golpe fuerte y rápido
que ponga fin a este amor no correspondido, que ponga fin a mi pena...

sábado, 19 de marzo de 2011

Ya no quiero amarte mas...

Hoy pido a Dios, con este, mi corazón agonizante
que borre el amor que por ti siento
Le digo con fe, también con dolor, nostalgia
y con una lagrima rodando por mi rostro,
que si algun dia, en un futuro, tal vez lejano o cercano
fueras tu quien El tiene para que seas mi príncipe y tu decidieras amarme
yo estaría dichosa de amarte tan puramente como lo hago hoy.
Pero que, mientras ese futuro se aproxima
me ayude a verte como lo que eres ahora,
a sentirte como la realidad que representas en mi vida
y no como mis sueños de un futuro.

Hoy, quiero arrancarte de mi alma, borrarte de mi corazón
eliminar cada segundo en el que permaneces en mi cabeza
y las veces que he sufrido por tu indiferencia...