"He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible es para los ojos" - Antoine de Saint-Exupéry.
sábado, 13 de febrero de 2016
Noche (inconclusa)
La noche caía y con ella el frío comenzaba a adentrarse lentamente. Tras un día de intenso calor aquella oleada de frescura se convertía en alivio. Al fondo se escuchaba el cantar de las cigarras en verano como un arrullo en medio del silencio que se apoderaba del lugar...
Siempre he amado la noche; aquel mando oscuro y envolvente, con sus pequeños luceros y fantasías que se liberan al llegar su hechizo, me han cautivado desde que tengo memoria.
Y allí estábamos los dos, en medio de ella. Sobre nuestras cabezas, se alzaba la inmensidad universal. Al rededor nuestro, los habitantes siempre sigilosos y misteriosos asomaban de sus escondites sus redondos ojos que brillaban en medio de la oscuridad. La magia se había apoderado de nosotros. Lo único que aún parecía real eran nuestras manos juntas, nuestra presencia misma... y ya empezábamos a dudarlo. Cada vez se desdibujaba aún más la tenue línea entre fantasía y realidad.
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